Lanzarote es una isla especial. Sus paisajes volcánicos contrastan con el azul intenso del Atlántico, creando un contraste de colores único.
Es un entorno donde encontrarás una belleza natural muy particular, pero en la que destaca la personalidad propia de los conejeros, los habitantes de Lanzarote, que han sabido construir un modelo turístico sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Lanzarote es una reserva de la biosfera de la UNESCO, en la que, más allá de sus espectaculares playas, también podrás perderte en los increíbles mares de lava petrificada del Parque Nacional de Timanfaya.
Y no te puedes perder los conjuntos arquitectónicos diseñados por el artista César Manrique, uno de los grandes defensores de la belleza natural de Lanzarote. Los espectaculares Jameos del Agua son un ejemplo de la integración armónica de la naturaleza y la humanidad.